La rigidez mental favorece la inflamación

La rigidez mental es una conducta de resistencia al cambio, aleja a la persona de su capacidad de adaptación a las circunstancias que le rodea.

          Nuestros pensamientos definen nuestra conducta y éstos impactan directamente sobre nuestras células.

 

Inflamación

Las patologías actuales tienen todas una base común que es la inflamación.

La inflamación es una respuesta fisiológica del organismo ante una sustancia o agente que daña su integridad.

Es un mecanismo de supervivencia celular, puesto que se activa toda una cascada de reacciones para resolver esa situación que está perjudicando a la salud.

Sin embargo, al igual que existen vías de activación también deben activarse vías de recuperación de la homeostasis

La respuesta inflamatoria debe ser limitada en el tiempo, debe tener un principio y un final

Existen procesos inflamatorios que el individuo es capaz de percibir pero otros muchos suceden de forma silenciosa

Durante la respuesta inflamatoria, las células sufren cambios en la integridad de sus membranas

Si la respuesta se alarga en el tiempo, la integridad de estas membranas celulares se altera favoreciendo fenómenos de hiperpermeabilidad, lesión e incluso muerte prematura de las mismas

Las patologías actuales nacen de una inflamación crónica silenciosa que la persona ya percibe cuando el daño está muy avanzado

Identificar los procesos bioquímicos que participan en un proceso inflamatorio es vital para el abordaje de estrategias terapéuticas; pero no debemos obviar las emociones como factor epigenético

 

Rigidez mental

Las personas que tienen rigidez mental son muy férreas en sus pensamientos y en su conducta, les cuesta mucho adaptarse a los posibles cambios que sucedan o pueden suceder en su día a día.

Abrir una nueva perspectiva de la situación le es muy difícil y esto les impide o no saben tomar decisiones frente a los cambios.

Un cambio supone algo nuevo, desconocido para el cerebro y a este órgano el terreno desconocido no le gusta; por lo que, elabora una serie de pensamientos limitantes que alejan a esa persona de indagar ante esa novedad.

           La persona prefiere mantenerse en su zona de confort y seguir con su modus operandi.

Todos en alguna medida, presentamos cierta rigidez mental; pero a veces, suceden situaciones donde no nos queda más remedio que adaptarnos al cambio.

            La capacidad de adaptabilidad está directamente relacionada con nuestra flexibilidad neuronal https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33836274/

 

Rigidez mental y comportamiento celular

En un patrón de rigidez mental, nuestras células están en un estado constante de tensión no perceptible por la persona

La percepción de un cambio o la posibilidad de un cambio por parte de estas personas es negativa, lo ven como una amenaza a su zona de confort

Por lo que, la célula capta está señal de alarma y activa los procesos defensivos

Favorecemos un estado pro-inflamatorio silencioso que va degradando la estructura celular y alterando el equilibrio interno

La salud de nuestras células reside en su capacidad de adaptación al entorno y en disponer de los micronutrientes necesarios para poder cumplir sus funciones fisiológicas

Si limitamos con nuestros pensamientos nuestra propia adaptabilidad, bloqueamos la fluidez que se necesita para un buen estado de salud

 

 

 

 

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