Intolerancias, sensibilidad o alergia a los alimentos.

Las intolerancias alimentarias son un tipo de reacción adversa a los alimentos.

Aunque la sintomatología puede ser común a los tres tipos de reacciones adversas, es importante identificar cual es su origen para elaborar la estrategia terapéutica.

Si has observado que algún alimento no te sienta bien no significa que seas intolerante a él pueden existir otros muchos factores que expliquen ese malestar.

Las reacciones adversas a los alimentos pueden tener síntomas digestivos y extra-digestivos y pueden aparecer inmediatamente o ser «silenciosas».

Los métodos de diagnóstico dependerán de su origen y de la interpretación profesional del facultativo.

Las reacciones adversas alimentarias se diferencian en base a si hay implicación o no del sistema inmunitario en su respuesta.

 

Activación del Sistema Inmunitario

En este bloque diferenciamos las reacciones mediadas por:

  • Inmunoglobulina E ⇒ Alergias Alimentarias
  • No mediadas por IgE ⇒ Sensibilidad Alimentaria

Las inmunoglobulinas o anticuerpos son glicoproteínas capaces de identificar al » cuerpo extraño» o antígeno para neutralizarlo.

Son la base de la respuesta inmunitaria humoral y altamente específicas.

El conocimiento de este mecanismo de acción es la ventana a nuevas estrategias farmacológicas como el uso de anticuerpos monoclonales o terapias de señalización como la terapia CAR-T https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32586666/

Existen varios tipos de inmunoglobulinas, la de tipo IgE es la responsable de la respuesta tipo I de hipersensibilización celular  https://www.elsevier.es/es-revista-revista-medica-clinica-las-condes-202-articulo-mecanismos-dano-inmunologico-S071686401270336X

La aparición de síntomas en las alergias alimentarias es rápida y esto es una pista para diferenciarlas de una sensibilidad o una intolerancia.

 

Sensibilidad Alimentaria

En este caso, la respuesta no está mediada por las IgE.

Principalmente son reacciones de hipersensibilidad de tipo III; en las que las inmunoglobulinas de tipo G son las encargadas de reconocer y adherir fracciones de alimentos que los perciben como antígenos.

Un alimento no debería ser reconocido como «enemigo» y ahí está la clave de su abordaje terapéutico.

Existen más casos de sensibilidad alimentaria que alergias e intolerancias.

Este tipo de reacción es la que se determina en una prueba de Sensibilidades alimentarias o mal llamado Test de Intolerancias Alimentarias.

En esta prueba se mide la concentración de IgG frente a cada alimento, no es un método diagnóstico pero sí orientativo.

Nos informa de la tolerancia de la persona frente a cada alimento analizado.

Es muy importante la interpretación de resultados de esta prueba puesto que podemos encontrar buena tolerancia respecto a un alimento y el paciente indicarnos que no le sienta bien cuando lo ingiere.

La respuesta mediada por IgG nos habla de memoria celular, del tiempo de exposición del antígeno y de la capacidad de generar anticuerpos frente a él.

Unos niveles altos de IgG no significa que la persona no pueda volver a ingerir ese alimento, si se identifica y se restauran otros factores que propician este resultado, la persona podrá ingerir más adelante ese alimento.

 

Intolerancias alimentarias

En este tipo de reacción adversa a los alimentos no participa el sistema inmune, sólo está afectado el metabolismo del alimento o de una fracción de él

Las intolerancias alimentarias pueden ser:

  1.  Congénitas → Existen polimorfismos genéticos que alteren la expresión de alguna de las enzimas que participan en el proceso digestivo
  2.  Adquiridas → Sí existe expresión genética de las enzimas pero su actividad es insuficiente por otros factores

 

Los síntomas de una intolerancia alimentaria son muy parecidos a los de una alergia o una sensibilidad.

Existen pruebas genéticas para determinar la expresión de estas enzimas https://anamauricio.com/#cita

Algunos ejemplos son la intolerancia a la histamina, intolerancia a la fructosa, a la lactosa…

Es necesario destacar el caso de la celiaquía, donde no se considera una intolerancia al gluten sino una condición autoinmune.

No podemos confundir una prueba de sensibilidad alimentaria con una prueba genética, la sensibilidad alimentaria no es intolerancia.

 

Abordaje Integrativo

La alimentación es la piedra angular en un estado de Salud.

El exceso de alimentos industrializados, la pérdida de bio-ritmos, el exceso o déficit de un grupo de nutrientes hace que existan problemas de mala absorción de los alimentos.

Identificar qué alimentos no sientan bien a un individuo es el principio para considerar otras alteraciones metabólicas.

El abordaje terapéutico en estos casos dependerá de si es intolerancia, sensibilidad o alergia.

Muchas personas que han observado que ciertos alimentos no les sientan bien, los van eliminando de su alimentación hasta un punto en el que su variedad alimenticia es muy reducida.

                                                         A menor variedad, mayor reactividad.

Por tanto, la estrategia terapéutica no debería centrarse únicamente en la eliminación de estos alimentos salvo en casos muy determinados.

 

 

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